Mi
cuerpo habla, sonríe, miente y se rebela
Mi
cuerpo es también la imagen del tuyo
Se
corrompe, sufre, peca, ama y también aprende a odiar.
Mi
cuerpo sabe de dolor como el tuyo,
Es
político y voraz en las noches
También
como el tuyo no puede dormir imaginando el contorneado perfecto de aquella
hembra que te sonríe y provoca
Mi
cuerpo como el tuyo es efímero y tan solo sufre un designio invisible que como
el tuyo en este momento adolece: la muerte.
Danzante, en velos negros es nuestro designio,
el cuerpo, tu cuerpo, el mío van hacia ella, eclipsados en su antiquísima
soledad, mi cuerpo es también solitario, milenario y sufre, no sabes cómo
duele, y este dolor, me invita a escribir, para no sucumbir ante el cuerpo de
la muerte.
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