Tú también bien amado dejas tu sonrisa en tus abrazos
Con tus ojos guías mis pasos, ahora más pesados
Y como nadie has podido convertir este corazón duro, en pequeños bosques de
algodón de azúcar,
Dejas tu voz entrar cada mañana en avioncitos de papel,
Te veo a mi lado con tus manos dulces de chocolate tocándome el corazón
Entre tus libros de aventuras, corres hacia mí como el pirata valiente
Al dormir reposas tu cuerpo frágil, contemplo tu figura hermosa, tus risos
traviesos
Solo te di la vida una vez
Tu mi pequeño héroe me has devuelto la existencia tres veces
A veces en la soledad de la casa te busco,
Te encuentro entre dinosaurios como soldados en fila armónica
Eres mi cuerpo, la sangre que fluye en mis venas, la luz parpadeante que me
enseña
El amor, el amor, el amor de mi pequeño dios.

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